lunes, 21 de septiembre de 2009

Medicina hipocrática


Probablemente no he sido el primero,
con toda certeza, no seré el último.
Cuando mi cabeza penda de un hilo,
mientras quede una gota de sangre
-a la bilis invita la casa-
mantendré los dientes apretados
aunque sienta náuseas al asomarme
desde uno u otro lado del espejo.

viernes, 18 de septiembre de 2009

El tema del verano

A falta de canción del verano (obviando a los pesados de Carlos Baute y Marta Sánchez), recuperemos este 'hitazo' de hace un par de años. Y de paso reconciliémonos un poco con nuestros viejos amigos los creativos publicitarios, que a veces aciertan de pleno.

sábado, 12 de septiembre de 2009

El sexo de Semenya y la Ley Antidopaje


El periódico australiano 'The Daily Telegraph' publicó ayer una polémica información acerca de la condición sexual de la atleta Caster Semenya, recientemente proclamada campeona del mundo de 800 metros. El cabecero, en su versión para la red (http://www.dailytelegraph.com.au/sport/semenya-has-no-womb-or-ovaries/story-e6frexni-1225771672245), expone textualmente: "El atletismo mundial está en crisis acerca del sexo de Caster Semenya después de que los tests revelasen que la atleta sudafricana no tiene útero ni ovarios. La Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF) está cerca de descalificar a Semenya de futuros eventos y la insta a someterse inmediatamente a una intervención quirúrgica debido a que su condición comporta graves riesgos para su salud. Tampoco se descarta que sea desprovista de la medalla de oro en 800 metros lograda en el Campeonato del Mundo".
De momento, la IAAF no ha querido confirmar ni desmentir esta información, y asegura que no realizará ninguna manifestación oficial al respecto hasta la publicación de los resultados definitivos de los tests de feminidad, para lo que habrá que esperar a mediados de noviembre.
Los estudios realizados hasta la fecha indican que Semenya produce en torno al triple de la testosterona normal en una mujer. Sin embargo, hay que tener en cuenta que, por lo general, los hombres producen una cantidad entre 30 y 40 veces superior de esta hormona. Considerando únicamente esta cuestión deberíamos absolver inmediatamente a la sudafricana, pero el problema va mucho más allá. De confirmarse su pseudohermafroditismo (los síndromes de insensibilidad a la acción de los andrógenos impiden la virilización adecuada de los genitales externos), su actitud debería ser juzgada en los mismos términos que el dopaje.
Semenya produciría niveles mucho más altos de lo normal en una mujer debido a la presencia de testículos internos. A sus 18 años, es como mínimo improbable que nunca se haya sometido a una revisión ginecológica (considerando que es claramente anómala la ausencia de menstruación que comporta la ausencia de útero y ovarios). En estos casos, el médico insta al paciente a la extirpación de los testículos, debido al alto riesgo de cáncer.
Se consideran sustancias dopantes aquellas que mejoran el rendimiento físico y comportan riesgos más o menos serios para la salud. Así pues, si se comprueba que Semenya rechazó voluntariamente la intervención bastaría para que se le aplicase a rajatabla la Ley Antidopaje que, ante todo, tiene como objetivos primordiales cuidar de la salud de los deportistas y velar por el juego limpio. Si se trata de un acto negligente por parte de los médicos de la Federación Sudafricana, ésta debería ser sancionada, y Semenya conservaría su medalla, aunque con la obligación de pasar por el quirófano para volver a participar en una competición oficial.