viernes, 19 de diciembre de 2008

Yo también puedo escribir una fábula feminista


Se detuvo Dios a contemplar el Mundo que había creado y le pareció tremendamente aburrido. Así que ideó la reproducción sexual porque, como una vez explicó a los inquisitivos ángeles, "siempre he preferido las composiciones con fichas de dominó al Ibertrén", que era otra forma de decir "quiero ver qué pasa" (lo cual no es lo mismo que saberlo de antemano). Decidió dotar a algunas de sus criaturas de caracteres sexuales distintos, de modo que del emparejamiento entre estos surgiesen seres genéticamente diferentes de sus progenitores.

Llevaba tiempo dándole vueltas al boceto del ser humano, así que eligió el primer individuo a 'cara o cruz' (en realidad lanzó una hoja a 'haz o envés') y salió hombre. Tomó el barro primigéneo en el que residían como un todo homogéneo los vicios y las virtudes y, al modelarlo, unos y otras fueron depositándose, aleatoriamente, en diferentes partes del cuerpo que iba tomando forma. Pensó que sería buena idea que la hembra, la mujer, llevase parte del hombre en su propio cuerpo, así que le arrancó a éste una costilla y volvió a meclzarla con el barro, convencido de que, de ese modo, crearía entre ambos un vínculo perenne. Y así Adán y Eva, en el mismo momento, tomaron conciencia de sí mismos y del entorno en el que vivían.

Sintió el Diablo curiosidad por ver en qué modo había afectado a las más recientes creaciones de Dios la diferente composición del barro con el que les había dado forma, así que decidió llevar a cabo una apuesta con el 'pantocrátor' (aunque sus allegados le llaman 'pan', no tanto por economía lingüística sino por considerarlo más ajustado a su esencia). Los detalles del reto no trascendieron, pero sí sus consecuencias.

Advirtió Dios a los humanos: "Podéis disfrutar de todo cuanto os ofrece el Paraíso, excepto de este manzano". El Diablo, por aquel entonces aún poco diestro en el arte de la seducción, creyó que la forma de serpiente sería la que mejor atraería el interés de Adán. Lo que no imaginaba era que éste, ante aquel animal de inequívoca forma fálica, sentiría herido (por comparación) su orgullo viril. Dicen las malas lenguas que, mientras regresaba junto a Eva, no dejaba de imaginarla gozando de aquellas extraordinarias dimensiones. Así se originó el primer caso de malos tratos de la historia.

Eva quedó inmediatamente prendada del encanto de la serpiente, no por su forma, sino por sus sensuales movimientos y su hipnótico silbido. "No puede pasarte nada por comer del manzano, Eva. Dios es amor, no ira. Es vida, no muerte. Es compasión, no egoísmo. Si comes la manzana, serás como Dios". Así que Eva fue en busca de Adán y, tras una larga conversación, decidieron comer a la vez y asumir juntos las consecuencias, positivas o negativas.

Pero cuando Dios apareció con su semblante más aterrador y les exigió una explicación por haber hecho caso omiso a su advertencia, Adán sintió pánico y elevó su índice acusador contra Eva: "Yo no quería hacerlo, fue ella quien me convenció". Dios acarició con suavidad la mejilla de la mujer, bendiciéndola así para siempre con el don de la Ternura. Después miró con dureza a Adán y le dijo: "Ahora sé que al quitarte la costilla te dejé sin el Valor. Espero que los hijos de tus hijos acaben recuperándolo. Pagarás con el sudor de tu frente esta ofensa a Eva". Y entonces se retiró musitando: "no soporto a los delatores".

*Imagen: 'Adam und Eva' (Adán y Eva), de Durero.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Felicidades pola reviravolta á historia, absolutamente fantástica e marabillosamente escrita.
Gústanme a gran maioría das túas entradas, pero son pouco dada a deixar comentarios. Encantadora "Suerte", moi atractiva a de Madrid, recordo outra sobre presentimentos que tamén me agradou moito... en fin, un pracer lerte.

U.B dijo...

Me encanta leer a gente que se mete en camisas de once varas.

Sin embargo, eso no creo que sea feminismo (bueno mi concepción de feminismo es que es una cosa un tanto friki e histérica), es más bien normalización. Sumo feminismo y machismo a la lista de catetadas del mundo junto a nacionalismos, racismos, homofobias y demás(you know). Ahora soy yo quien se está metiendo en camisas de once varas...

Conclusión: que me gusta tu artículo porque normaliza lo que debería ser normal.

Andrés Rivas Santos dijo...

Gracias, Mayra. Me encanta que dejes tus comentarios, aunque el simple hecho de saber que me lees con asiduidad ya reconforta lo suyo ;-)
Marta, sí que es feminista, porque atribuye a un hombre (luego, como fábula, a todos los hombres) algunas de las cualidades más despreciables que puede tener un ser humano. Así que, si esto suena a intento de redención por mi parte para los representantes de mi sexo a lo largo de la historia, efectivamente, lo es en gran medida.

Anónimo dijo...

Un deleite leerte, como siempre. Qué riquiño eres. jajajaja. Las consecuencias del frío pontevedrés en este sábado noche y tan poco descanso han reventado mi domingo. Un abrazo gigante.