miércoles, 26 de marzo de 2008

Salva a la animadora, salva el mundo


Que las grandes expectativas suelen preceder a grandes decepciones es una lección que todos aprendemos ya en la infancia. Muchos quizá demasiado pronto. Si a pesar de todo nos esforzamos para tratar de obviar esa sombra que se cierne sobre cada una de nuestras esperanzas y seguimos siendo capaces de ilusionarnos como críos con los pequeños detalles, las puertas de Nunca Jamás seguirán siempre abiertas para nosotros. La huelga de guionistas en Hollywood ha dejado a millones de ‘niños perdidos’ con el alma en vilo a la espera de que se reanude la emisión de ‘Héroes’. Con un estilo narrativo muy próximo al cómic, Tim Kring ha realizado -como una vez me sugirió un buen amigo- “la serie que seguramente a él le hubiese gustado ver cuando era niño”.

¿Y a qué persona que conserve una pizca de imaginación no le atrae el tema de los superpoderes?

Para los profanos en la materia, ‘Héroes’ es una serie coral en la que las vidas de personas anónimas de diversas partes del mundo (principalmente estadounidenses, que para ellos viene a ser prácticamente lo mismo) se van entrelazando irremediablemente por efecto de aquello que los hace especiales: una serie de mutaciones genéticas les confieren capacidades sobrehumanas. El hilo conductor es la percepción del futuro a través de las habilidades de dos de sus protagonistas, Hiro Nakamura (capaz de romper el continuo espacio-tiempo) e Isaac Méndez (tiene el don de plasmarlo en sus cuadros mediante un trance inducido -en un primer momento- por la heroína). La humanidad corre un grave peligro y una frase contiene la clave para evitarlo: salva a la animadora, salva el mundo.

Segundas partes
Hemos visto que en las películas de superhéroes las secuelas rara vez están a la altura, aunque la saga del ‘hombre murciélago’ es una excepción a la regla. Batman Returns es un excelente producto, y lo es probablemente porque vuelve a asumir la dirección Tim Burton y porque con un reparto encabezado por Michael Keaton, Danny De Vito, Michelle Pfeiffer y Christopher Walken es más difícil –presumo- hacer una cagada. Las siguientes entregas contaron con actores muy válidos (George Clooney, Tommy Lee Jones, Nicole Kidman o Uma Thurman). Desgraciadamente, Joel Schumacher no era ya el mismo de trabajos anteriores como ‘El Cliente’, ‘Un día de furia’ o ‘Tiempo de matar’ (y ya nunca volvería a serlo).

Pero la ilusión es tan leve que basta un soplo de aire fresco para reavivar su fuego. Con el fichaje de Christopher Nolan para dirigir la precuela ‘Batman begins’ los amantes del género recuperamos la fe, no sólo por que asumiese la dirección el autor de la imprescindible ‘Memento’ y la aceptable ‘Insomnio’, sino también por el excepcional elenco de actores con el que contaría. Liam Neeson, Michael Caine, Morgan Freeman, Gary Oldman y Rutger Hauer forman un repóker de veteranos difícilmente igualable (atención también a la evolución del prometedor Cillian Murphy), y la elección de Christian Bale como protagonista es, sin duda, la guinda del pastel.

Villanos
A mediados de julio está previsto el estreno en Australia de ‘The Dark Knight’ (llegará a España un mes más tarde), secuela de ‘Batman begins’ que muestra la génesis del psicópata conocido como el ‘Joker’, interpretado por el recientemente fallecido Heath Ledger. Christian Bale vuelve a enfundarse el traje negro para plantar cara al que se convertirá en su archienemigo mientras trata de hacer frente a sus propios demonios. Todo protagonista necesita su antagonista y los perfiles del bien y el mal deben ser turbios, difusos y, si es posible, indistinguibles por momentos. Los creadores de ‘Héroes’ lo tienen claro y del tercer volumen (la emisión del primer capítulo está prevista para septiembre) conocemos ya su atractivo título: Villanos.

Si el Joker pasa por ser uno de los criminales más carismáticos de los comics (ojalá Ledger esté a la altura de Jack Nicholson en ‘Batman’), en Sylar –el megalómano psicópata de Héroes- convergen todos los ingredientes necesarios de un villano legendario: inteligencia, carisma y un temible poder. La elección de Zachary Quinto (muy pronto podremos verlo encarnando a un joven Spock en la precuela de Star Trek, con el mismo título) y una personalidad tan oscura como atormentada tienen como resultado un personaje que provoca una irresistible atracción por el mal, aunque sin dejar –de momento- frases del tipo “únete a mí y juntos dominaremos la galaxia” que los freaks impenitentes podamos repetir como una especie de mantra.

“Quien salva una vida…
…salva el mundo entero”. Así lo proclama una frase contenida en el Talmud, obra que recoge la tradición oral del judaísmo. Muchos recordarán la cita gracias a la película ‘La lista de Schindler’, de Steven Spielberg. Derrotada Alemania, Oskar Schindler se despide de los operarios de su fábrica antes de huir (sabe que será perseguido por colaborar con el régimen), y estos le entregan una carta firmada por todos y un anillo con dicha inscripción. Es fácil entender parte de su significado cuando, en el epílogo, se ofrecen algunas cifras estremecedoras: Durante el holocausto fueron asesinados más de 6.000.000 de judíos; hoy quedan en Polonia menos de 4.000 judíos; existen más de 6.000 descendientes de los judíos de Schindler.

En un sentido un poco menos obvio, el mensaje es que los hechos trascendentes parten de acciones que en sí mismas pueden parecer poco significativas. Del mismo modo, la frase “salva a la animadora, salva el mundo”, leit motiv principal de la primera temporada de ‘Héroes’, hace partícipes a los espectadores de la lucha entre el bien y el mal. En el segundo volumen (atención, contiene detalles de la trama) un Sylar privado de sus poderes asesina a tanta gente por pura inercia como lo había hecho en el primero por ‘imperativo evolutivo’. El tercero, ya con Sylar recuperado y con un título tan sugerente como ‘Villanos’, promete mucho y muy bueno. O muy malo, tanto monta.

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