viernes, 4 de febrero de 2011

De buenos y justos



Los buenos viven eternamente encadenados a la culpa.
El bueno echa la vista atrás y sufre
por la gratitud que no supo transmitir,
el beso que temió robar,
el te quiero que eligió postergar.
A los justos, también familiarizados con el relativismo moral,
les basta con saberse leales a sus principios
cuando no con pobres sucedáneos de determinismo.
Del justo uno sabe en cada momento qué cabe esperar:
B sigue a A como C a B y así hasta el orden infinito.

Que el cielo nos libre de los justos.

Imagen: 'El juicio final' - Hans Hemling.

1 comentario:

U.B dijo...

Te esperábamos.