martes, 24 de junio de 2008

No soy mala, es que me han dibujado así


Tanto en la novela como en el cine negro existe un personaje tan esencial como el protagonista, ese tipo duro de carácter austero y poco sutil; no hay (anti)héroe de Dashiell Hammett o Raymond Chandler bien perfilado sin la réplica de la ‘femme fatale’. Esta tarde, la sobremesa de Cuatro me hizo recordar que la ‘mujer’ que mejor se ha adaptado a ese rol –en mi personal y freak opinión- jamás tomó clases de interpretación, le bastaba con lucir curvas trazadas a golpe de pincel y lanzar besos como dardos. Responde al nombre de Jessica; apellido de casada, Rabbit. Además de sus imposibles contoneos ceñida en un vestido que pondría a prueba el recato de la mismísima Gilda Mundson, dejó para la historia del cine una célebre sentencia: “yo no soy mala, es que me han dibujado así”.


Esta misma frase podría haberla suscrito Holli Would, el travieso ‘dibu’ de la película ‘Cool World’ que toma forma humana en el cuerpo de una Kim Basinger más voluptuosa que nunca. Tanto Gabriel Byrne, de carne y hueso, como el alter ego en tinta de Brad Pitt se ven obligados a hacer acopio de toda su fuerza de voluntad para evitar sucumbir a sus ‘dotes’ de persuasión… y no siempre lo consiguen. El envidiado marido de Angelina Jolie difícilmente podría imaginar que años más tarde se comprometería con la intérprete que dio vida a la heroína de videojuegos Lara Croft, otra criatura de medidas inverosímiles (tanto las del personaje como las de la actriz). Pocas celebridades han encarnado como ella la imagen de mujer fatal dentro y fuera de los estudios, con permiso de Marlene Dietrich o, en otro registro (el de pendón desorejado), Ava Gardner.


Algo tienen las mujeres difíciles que idiotiza (más si cabe) a los hombres. Probablemente no querríamos tener que compartir colchón a diario con ellas, pero su magnetismo sexual es innegable. Si tuviera que quedarme con tres chicas de dudosa reputación probablemente el bronce sería para Monica Belluci, en el papel de prostituta (atención, noticia) en la sorprendentemente divertida ‘¿Cuánto me Amas?’. La plata se la llevaría Deborah Harry en ‘Videodrome’, de David Cronenberg. Pero el oro, como premio a su perversidad sin límites, es sin duda para Glen Close como Isabelle de Merteuil en ‘Las Amistades Peligrosas’, porque llevar a John Malkovich a romperle (literalmente) el corazón a la mujer a la que ama, nada menos que Michelle Pfeiffer, sólo está al alcance de un selecto grupo de súcubos.

3 comentarios:

Gloria dijo...

Yo también vi ayer vi a Jessica Rabbit en la tele. Y de hecho no era mala.
Esto es como aquello de Pacual Duarte "yo, señor, no soy malo..."

En mi blog tengo una lista reivindicativa de malos de pelis donde hay alguna mujer dibujada.

Andrés Rivas Santos dijo...

Lo sé, lo sé, soy fan de tu blog, de los malos malísimos y de los 'hit parades'. Pennywise rules!! Pero debería haber una actualización en la era Sylar ;-) No me digas que no merece un lugar en nuestros negros corazoncitos.

U.B dijo...

Gloriaaaaaaaaaa, ¡viva el gris funcionariado!

Ha faltado especificar el personaje de Ninotchka, que representa ese papel como Dios.