miércoles, 29 de julio de 2009

That is the beauty of fashion

Aún no he visto la peli, e igual un largo es demasiado, pero coño, me tiene convencido este Brüno. Una buena razón para darle una oportunidad:

martes, 28 de julio de 2009

Posh Spice takes it up the ass

No, mi colega Sacha no me paga comisión, pero no me resisto a colgar este video. Vale la pena quedarse hasta el final. La traducción es regulera, pero si entendéis un poco de inglés apenas os perderéis nada, salvo los indescifrables comentarios de Becks, claro. Enjoy and... Respect!

lunes, 27 de julio de 2009

Sí, pero no


-¿Y qué tal con la rubia de ayer? Te la llevaste a tu casa, ¿no?
-Pues no fue nada del otro mundo. Qué coño, en realidad fue bastante patético por momentos.
-¿Y eso? Porque estaba bastante buena y no tenía pinta de mojigata precisamente...
-No sé de qué tendría pinta, pero desde luego hay algo que no funciona del todo bien en su cabeza. Mientras estuvimos por ahí de marcha todo bien, pero a última hora la acompaño hasta el portal de su casa, le pregunto si tiene que madrugar al día siguiente o algo, seguimos enrollándonos y, lógicamente, le propongo venirse a mi casa. ¿Y sabes qué me dijo?
-Pues hombre, es que por como lo cuentas ya me hago cargo de que te dio largas o algo así.
-Peor, me dijo que no podía, que no estaba bien.
-¿Se encontraba mal?
-No, no, me dio a entender que no estaba bien que nos acostásemos porque apenas nos conocíamos aún.
-Ah, vale, no me digas más: cosas del colegio de monjas.
-Sí, algo así. El caso es que ya sabes que si hay algo que no soporto es tener que arrastrarme para convencer a nadie, y menos para echar un polvo, vamos.
-Entonces te fuiste tú solo.
-Le dije que lo respetaba y me largué.
-¿Pero cómo haces eso? Seguro que sólo se estaba haciendo un poco la interesante, hombre. Igual le daba reparo mostrarse muy dispuesta por lo que pudieras pensar de ella.
-Pues pensaría mejor, seguro, porque la historia no acaba ahí. Apenas había dado unos pasos y me dice: ¿no me vas a intentar convencer? Tócate los cojones.
-¿En serio? Joder, pues sí que iba con ganas.
-Coño, como yo, ¿pero entonces a qué viene ese rollo la-puntita-nada-más-que-soy-doncella?
-Qué poco entiendes a las tías.
-Francamente, querido, me importa un bledo entender a 'esas' tías.

domingo, 26 de julio de 2009

No, pero sí


-¿Qué tal con el chico de ayer? ¿Lo hicistéis o no?
-No, él me propuso ir a su casa, pero le dije que no me iba con nadie la primera noche.
-Ah, ¿y a él qué le pareció eso?
-Eso es lo peor. Me dijo que no lo entendía del todo, pero que lo respetaba. ¿Te lo puedes creer? Me dice: no lo comparto, pero cada uno tiene sus principios. Me dio un beso y se marchó.
-Lo dices con cierta indignación.
-Claro, ¿tú ves normal que ni siquiera insistiera un poco?
-Entonces sí que querías irte con él.
-Sí, si me moría de ganas.
-Pues habérselo dicho.
-Ya, ¿y qué iba a pensar de mí?
-Coño, pues que tenías ganas de follar con él. ¿Qué iba a pensar?
-No quería que me tomase por una 'de esas'.
-¿Te refieres a una de esas para las que lo que dicen, lo que hacen y lo que les apetece hacer es una misma cosa?
-Tú ya sabes a qué me refiero.
-¿A que las que se acuestan con un tío la primera noche son unas zorras?
-Si yo no pienso eso, pero la gente sí. La presión social es muy fuerte, tú lo sabes.
-Aclárame algo: dices que tú no lo piensas, pero estás convencida de que la gente sí, y de que te van a juzgar por ello, pero ¿quién en concreto? ¿El tío que se fue a casa solo simplemente porque tú se lo pediste? ¿Y qué crees que iría pensando por el camino?
-Seguramente que soy una estrecha, o algo así.
-Así que entre golfa y estrecha prefieres que te tilden de lo segundo. Es bastante revelador, la verdad.
-No sé si pensaba eso, pero en todo caso si así fuera eso demuestra que es un capullo y que no valía la pena. Además, la cuestión es que ni siquiera intentó convencerme. No me pareció que tuviera mucho interés, y eso sí que me molesta.
-No, cielo, no, lo que te molesta es que tú también te fuiste a cama con el calentón.

sábado, 18 de julio de 2009

Chica Tampax


"No entiendo que después de haber llegado hasta ahí, con el trabajo que le debe de haber costado por el mero hecho de ser mujer, luego vaya y haga un anuncio así. Es como deshacer todo el camino que lleva hecho". Es un alegato captado al vuelo en una conversación de pasillo, cuyo argumento probablemente podría valer para muchos otros casos, aunque se refiere a uno concreto, el de Carmen Jordá, 'chica Tampax 2009'. La verdad es que el título 'nobiliario' da escalofríos de por sí, pero eso es lo de menos (o quizá sea lo de más).
Jordá se ha hecho un hueco en la competitiva Fórmula 3, pero no han sido sus habilidades como piloto las que le han dado su actual proyección mediática, sino la esbelta figura que luce como un emblema en el último anuncio de la marca de tampones. La chica que se mostraba irritada con esta actitud tomaba su participación en el spot como una traición a la lucha feminista por la igualdad, pero daba por sentadas algunas ideas que, como mínimo, son cuestionables.
¿Qué quiere decir que le debe de haber costado mucho trabajo llegar a la Fórmula 3 "por el mero hecho de ser mujer"? En una lectura literal podría significar que, como las mujeres son poco hábiles pilotando, tiene mérito que haya llegado tan alto. No sé, hay algo que me dice que no van por ahí los tiros. En realidad, se refiere a uno de los mitos fundacionales (que requiere una urgente revisión, aunque no supresión) del pensamiento feminista: una mujer ha de esforzarse el doble que un hombre para triunfar profesionalmente. Lo que ocurre es que en el automovilismo los méritos los marcan los tiempos, y ahí no cabe discriminación ni menosprecio.
La otra idea dudosa es la del retroceso. ¿A quién ha traicionado Carmen Jordá? ¿A quién representa cuando se pone un vestido de verano y se lanza al agua delante de las cámaras? A nadie y a sí misma, respectivamente, son las únicas respuestas posibles. El equívoco procede de un problema común a todas las ideologías, que podría resumirse así: si eres de los míos tú ya no eres sólo tú, sino parte de nosotros. Es un concepto tan enajenante que, analizado friamente, haría sonrojar a todo activista que conserve aún parte de su individualidad.
El único triunfo en términos de igualdad de sexos que cabe esperar en la sociedad de consumo es la extensión al mundo masculino de roles hasta hace poco restringidos a las mujeres. No concibo que súbitamente la publicidad, imbuida por una especie de espíritu moralista, deje de utilizar el cuerpo femenino como un espectáculo, y específicamente como un espectáculo con connotaciones (o gritos, en los casos más toscos) claramente eróticas. El cuerpo del hombre va ganando presencia, aunque en este punto cabe preguntarse si no se deberá más bien a las nuevas tendencias que crea un mercado gay cada vez más importante y cuya influencia estética trasciende los límites de su público primigéneo.
En todo caso, me llama la atención que haya voces que clamen contra Carmen Jordá y no las haya contra Ricky Rubio. ¿Es acaso menos perverso asociar el deporte, la juventud y la salud con la comida basura que utilizar el atractivo de una deportista como imagen de un producto de higiene íntima? El quid de la cuestión es el sexo, claro, la madre del cordero, por así decirlo. Pero el sexo, a diferencia de la obesidad y el sobrepeso, no es un problema en sí mismo. Es penoso que el puritanismo siga pesando más que la salud.